Los propósitos de las políticas de TIC para escuelas han evolucionado significativamente en los últimos 25 años. Los primeros esfuerzos de masificación de tecnologías en escuelas estuvieron enfocados en el desarrollo de competencias para manejar y programar los computadores, de manera de preparar a los estudiantes para un mercado laboral que crecientemente requeriría de estas habilidades. Con el tiempo, este énfasis técnico fue complementado con una mirada más educativa, que veía en las TIC un nuevo recurso didáctico para enriquecer los procesos de enseñanza y aprendizaje, así como para apoyar los procesos de gestión de las escuelas. Luego, con la llegada de internet, las políticas públicas asumieron la carga de compensar a través de las escuelas las desigualdades de acceso que comenzaban a producirse en la sociedad, al mismo tiempo que se fortalecía la visión de que la incorporación de las TIC en los procesos educativos permitiría transformar y adecuar la escuela a los desafíos de la sociedad del conocimiento.
En la actualidad, las políticas de TIC para escuelas son normalmente justificadas en base a una combinación de tres argumentos. En primer lugar, en términos sociales, existe un imperativo político de proveer a todos los ciudadanos, de todos los sectores sociales, el acceso y las competencias necesarias para usar las TIC y permitirles participar de las oportunidades que ofrece la sociedad moderna, cada vez más inmersa en el mundo digital. Por ello, la escuela tiene un rol fundamental en la disminución de la brecha digital al interior de los países.
Desde un punto de vista económico, estas tecnologías son necesarias en educación para que los estudiantes desarrollen las competencias de su manejo, que les serán demandadas en el mundo del trabajo, lo que a su vez permitirá a los países mejorar la competitividad de sus trabajadores, sus empresas y su economía. Finalmente, siguiendo la justificación educativa, las TIC pueden contribuir a mejorar la educación, apoyando sus procesos de gestión y, especialmente, enriqueciendo y transformando los procesos de enseñanza y aprendizaje al interior de las aulas.
Este último ámbito de interés de las políticas, que implica la integración de las TIC en las actividades curriculares de las escuelas, es objeto de particular atención por parte de educadores y expertos. Esta atención especial se debe en gran medida a que, dentro de la agenda de modernización educacional de los países, el mejormiento de los resultados de aprendizaje es siempre lo más importante de lograr, pero también lo más difícil de conseguir. En este central ámbito de trabajo de las políticas es posible observar una variedad de perspectivas y visiones acerca del rol que pueden cumplir las TIC en los procesos educativos y sobre las potencialidades educativas que vale la pena explotar.
La visión predominante de las políticas ha sido ver a las TIC como medio para transformar la pedagogía, moviéndola desde las tradicionales clases frontales y expositivas hacia pedagogías de índole constructivista, convirtiendo al alumno en un investigador activo y constructor de conocimiento y desarrollando en él las nuevas habilidades de pensamiento y trabajo necesariasen el siglo XXI. Estas aproximaciones pedagógicas se caracterizan por estimular un trabajo centrado en el aprendizaje del alumno, basado en proyectos y problemas; con trabajo grupal e individual que estimulan la autonomía y la colaboración; y donde el docente no es la única fuente de conocimiento, sino el guía de los procesos de aprendizaje.
Paralela a esta visión, existe también una perspectiva complementaria, según la cual las tecnologías no tienen una orientación pedagógica intrínseca hacia el constructivismo, ni su uso conduce indefectiblemente hacia el desarrollo de estas nuevas competencias, sino que son instrumentos flexibles que también pueden enriquecer y hacer más efectivas pedagogías tradicionales. Por ejemplo, el uso de contenidos educativos multimedia para enriquecer la presentación de nuevos conceptos es una estrategia muy utilizada, especialmente en los países donde el uso de proyectores o pizarras interactivas en el aula está más difundido, pues permite motivar a los estudiantes, hacer clases más interactivas y sintonizar con sus distintos estilos y necesidades de aprendizaje.
La justificación de la inversión en TIC para apoyar procesos educativos es todavía materia de debate entre los expertos. Algunos señalan que estas enormes inversiones no se justifican si sólo se usan para presentar contenidos o para apoyar pedagogías tradicionales, puesto que su potencial está en permitirnos transformar la educación y adecuarla a las demandas de la sociedad del conocimiento. Sin embargo, otros rescatan la flexibilidad del potencial de las TIC para apoyar diferentes procesos educativos y argumentan que su justificación depende de los problemas y necesidades que se quieran abordar en cada caso.
Más allá de esta discusión, es efectivo que los recursos digitales ofrecen variadas potencialidades educativas que pueden ser explotadas en diversos contextos pedagógicos.
En efecto, las TIC pueden ser un buen aliado de los profesores para desarrollar una gama de estrategias de enseñanza, gracias a que ofrecen un rango de nuevos recursos y experiencias que pueden ser explotadas en diversos contextos pedagógicos.
Desde un punto de vista económico, estas tecnologías son necesarias en educación para que los estudiantes desarrollen las competencias de su manejo, que les serán demandadas en el mundo del trabajo, lo que a su vez permitirá a los países mejorar la competitividad de sus trabajadores, sus empresas y su economía. Finalmente, siguiendo la justificación educativa, las TIC pueden contribuir a mejorar la educación, apoyando sus procesos de gestión y, especialmente, enriqueciendo y transformando los procesos de enseñanza y aprendizaje al interior de las aulas.
Este último ámbito de interés de las políticas, que implica la integración de las TIC en las actividades curriculares de las escuelas, es objeto de particular atención por parte de educadores y expertos. Esta atención especial se debe en gran medida a que, dentro de la agenda de modernización educacional de los países, el mejormiento de los resultados de aprendizaje es siempre lo más importante de lograr, pero también lo más difícil de conseguir. En este central ámbito de trabajo de las políticas es posible observar una variedad de perspectivas y visiones acerca del rol que pueden cumplir las TIC en los procesos educativos y sobre las potencialidades educativas que vale la pena explotar.
La visión predominante de las políticas ha sido ver a las TIC como medio para transformar la pedagogía, moviéndola desde las tradicionales clases frontales y expositivas hacia pedagogías de índole constructivista, convirtiendo al alumno en un investigador activo y constructor de conocimiento y desarrollando en él las nuevas habilidades de pensamiento y trabajo necesariasen el siglo XXI. Estas aproximaciones pedagógicas se caracterizan por estimular un trabajo centrado en el aprendizaje del alumno, basado en proyectos y problemas; con trabajo grupal e individual que estimulan la autonomía y la colaboración; y donde el docente no es la única fuente de conocimiento, sino el guía de los procesos de aprendizaje.
Paralela a esta visión, existe también una perspectiva complementaria, según la cual las tecnologías no tienen una orientación pedagógica intrínseca hacia el constructivismo, ni su uso conduce indefectiblemente hacia el desarrollo de estas nuevas competencias, sino que son instrumentos flexibles que también pueden enriquecer y hacer más efectivas pedagogías tradicionales. Por ejemplo, el uso de contenidos educativos multimedia para enriquecer la presentación de nuevos conceptos es una estrategia muy utilizada, especialmente en los países donde el uso de proyectores o pizarras interactivas en el aula está más difundido, pues permite motivar a los estudiantes, hacer clases más interactivas y sintonizar con sus distintos estilos y necesidades de aprendizaje.
La justificación de la inversión en TIC para apoyar procesos educativos es todavía materia de debate entre los expertos. Algunos señalan que estas enormes inversiones no se justifican si sólo se usan para presentar contenidos o para apoyar pedagogías tradicionales, puesto que su potencial está en permitirnos transformar la educación y adecuarla a las demandas de la sociedad del conocimiento. Sin embargo, otros rescatan la flexibilidad del potencial de las TIC para apoyar diferentes procesos educativos y argumentan que su justificación depende de los problemas y necesidades que se quieran abordar en cada caso.
Más allá de esta discusión, es efectivo que los recursos digitales ofrecen variadas potencialidades educativas que pueden ser explotadas en diversos contextos pedagógicos.
En efecto, las TIC pueden ser un buen aliado de los profesores para desarrollar una gama de estrategias de enseñanza, gracias a que ofrecen un rango de nuevos recursos y experiencias que pueden ser explotadas en diversos contextos pedagógicos.
Tema pendiente aun...
ResponderEliminarSin duda ha existido un avance en lo que respecta a la tecnologia de la informacion y la educacion, he podido evidenciar que en trascurso del tiempo se ha tratado de macificar las competencias para manejar el tema computaconal, lo importante es que a esta idea se le agrega una perspectiva educativa que se aplica tanto en funcion de las escuelas como para la sociedad en general con un claro enfasis de disminuir la brecha social que se produce cuando existe un incremento del mundo digital. Es loable que existan politicas que estan enfocadas a obtener logros en cuanto a la tecnologia en la educacion publica puesto que de esta manera se formara al alumno de una forma mas intgral y tranformarlos en el futuro unos profecionales mas competentes.
ResponderEliminarEl desarrollo de la tecnologías de la informática en la educación a tenido un gran avance, es indispensable para el desarrollo de cada individua manejar en algún grado las distintas herramientas que nos entrega la informática,es por esto que el avance que en los colegios que es evidente desde hace muchos años a ayudado a integrar a todas las clases sociales sin discriminar de que estrato social pertenezca, ayudando así a la integración total de una educación que busca desarrollar las competencias necesarias para enfrentarnos al mundo actual.
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